LÁGRIMAS DE COCODRILO​

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En medio del pantano, en alguna parte de cierto río, había un nido de cocodrilos. Allí, todos los huevos estaban bajo tierra. Allí, todos los cocodrilitos comenzaban a emerger y a llamar a su madre.

 

Pasaron unos minutos hasta que ella llegó y comenzó a sacarlos. En esos primeros momentos, en el que vieron la luz, nace nuestro protagonista.

 

Los cocodrilitos crecieron y se les inculcó el mismo tema de siempre: los cocodrilos no lloran. Y de cierta forma es cierto, ya todos sabemos a qué se hace referencia cuando hablamos de lágrimas de cocodrilo. 

 

El cocodrilito comenzó a mirar su entorno, a darse cuenta de los diferentes papeles que todos cumplían: su madre los cuidaba, las gacelas iban y venían, bueyes, guepardos, leones, etc., todos tenían su papel. 

 

Un día mientras Cuco, que así se llama el protagonista de esta historia, miraba la televisión se dio cuenta de que muchos animales actuaban: fingían amores, vidas alternas y él se dijo a sí mismo que quería hacerlo, que su sueño era actuar en la gran pantalla. Cuco le contó de una manera tan alegre a su madre sobre aquella decisión y esta se acercó a él y le dijo:

 

-Cuco, ¿te das cuenta que eres un cocodrilo no es así? 

 

-Sí, mami. 

 

-Y que los cocodrilos normalmente no salen en televisión, lo sabes, ¿cierto? 

 

Cuco ya entendía a qué quería llegar su madre y simplemente asintió, pero no renunciaría a sus sueños; puede que fuera un cocodrilo, pero posibilidades habían y, además, tenía esperanza.

 

-No me rendiré -pensó para sí mismo. 

 

Comenzó a participar en obras y eventos infantiles ganándose el cariño de su gente, colaboraba y se hacía querer. 

 

Años después de esa charla, Cuco aún seguía soñando con ser un gran actor. Solo que, al ser un joven cocodrilo, a veces se desviaba del camino.  Los trabajos o a veces sus enamoramientos lo distraían, pero jamás lo hacían desistir. Conseguía pequeños trabajos en obras de teatro locales y todos los animales de la sabana adoraban la pasión con la que actuaba. 

 

- ¡Cuco!¡Cuco! - A veces se escuchaban los gritos en frente del pequeño teatro donde actuaba. 

 

Él era feliz con lo que hacía, y siempre lo hacía con tanto gusto y felicidad que no podía cansarse de eso. 

 

Los animales fanáticos de Cuco suben los videos a sus redes sociales, como Facemal o AnimalTube, mostrando al mundo sus videos y su obra, haciéndose a un pequeño grupo de fanáticos. A varios críticos que vieron sus videos, no les parecía del todo un buen negocio que un cocodrilo actuará; mientras que otros se maravillaban con su actuación. Entonces, sucedió algo que cambió radicalmente el futuro de Cuco. 

 

Gina Gacela era una productora que gustaba de experimentar con nuevos talentos, y el talento de Cuco la cautivó. Llamando a todos sus contactos, Gina logró comunicarse con Cuco rápidamente un día antes de que se fuera de la ciudad y logró reunirse con él. 

 

Tocando la puerta con todo el estilo, Gina esperó unos minutos a que la madre de Cuco abriera, y luego de saludarla cordialmente, pasó a la sala de estar, donde estaba Cuco. 

 

-Buenos días, Cuco. Yo soy Gina Gacela, me imagino que sabes quién soy. 

 

- ¡Bu-bueenos días - tartamudeo Cuco, - ¡Sí, así es, sé quién eres... ¡GINA GACELA! 

 

La risa de Gina se hizo presente en la habitación. 

-Exactamente esa soy yo. Bueno, iré al grano - dijo concentrándose y acomodando sus lentes - Cuco, vengo a hacerte una oferta de trabajo. He visto muchos de tus videos y sinceramente me pareces brillante, pero no estoy segura de cuáles sean tus deseos... Quiero que trabajes conmigo en una película nueva, se me ocurrió esa idea mientras veía tus actuaciones. Así que pienso que tú eres el mejor para el papel... Sé que es un poco increíble, pero quiero que pienses bien antes de aceptar...- pasaron unos minutos antes de que Gina hablara de nuevo - ¿Qué te parece? 

 

Cuco estaba tan emocionado que ni siquiera podía hablar. Sonrió, se levantó y abrazó a Gina mientras susurraba un "Sí". 

 

Pasaron unas semanas y Cuco viajó a la gran ciudad para encontrarse con Gina, donde ella le describió sus planes. 

 

-Bueno, Cuco, mi idea es que hagas el papel de un enamorado. Es una buena ironía. Harás el papel de un hombre enamorado perdidamente de una chica imposible para él, intentas mostrar que tú y todos los cocodrilos tienen sentimientos. - Sonrió - ¿Qué te parece?

 

Cuco también sonrió. Era una buena ironía, y sin pensarlo mucho, aceptó gustoso. Los trabajos de grabación y preparación duraron más de un año, y a continuación vino el estreno de aquel drama romántico. 

 

Mientras Cuco se ponía su traje se dio cuenta que su esperanza estaba viva, que había pasado por muchas cosas, pero con su trabajo duro había conseguido todo lo que deseaba, y terminando de arreglarse subió a su auto y se dirigió al estreno de su película. 

 

Los fans estaban por montones frente a los cines, y frente al cine principal se alzaba un gran escenario donde Cuco y los diferentes personajes que colaboraron subieron y hablaron de ellos mismos. Cuco pensaba en todo, y no se dio cuenta de que la presentadora hablaba. 

 

-A continuación, hablaremos con Cuco Cocodrilo, una de nuestras estrellas. 

 

Mientras Cuco hablaba, su mirada se paseaba por todos lados, sobre todas las caras. Su sonrisa se hacía gigante, y cuando terminó de hablar, las lágrimas se derramaron; unas auténticas lágrimas de cocodrilo. 

 

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AUTOR: Milhen Durán

GRADO:  9 -3