El amor se define como un sentimiento humano relacionado con el afecto y el apego. Con eso quiero romper con los comentarios de: El amor es indefinible, no se puede expresar con palabras. Pues ahí está, tan simple y sencillo que se puede definir en menos de veinte palabras. Es la única necesidad que tiene el ser humano, amar y ser él mismo.

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El amor es como la adicción a las drogas, cuando más te gusta, más adicto te vuelves a ello. Somos adictos a la sensación, a la intensidad del placer, adictos al amor. Este sentimiento se puede considerar como una adicción, pues el amor, al igual que las drogas, utiliza las mismas sustancias químicas. Entre ellas la Adrenalina (provoca un aumento en el ritmo cardíaco), dopamina (es la hormona de la felicidad, o la del placer), serotonina  (es el neurotransmisor clave para sentirnos con energía y buen ánimo), entre otras.  El cerebro de una persona enamorada se parece al de una persona en estado de euforia, al igual que alguien que consume drogas.

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Somos adictos a un sentimiento, la droga es el amor. Cuando empezamos a sentir cosas “maravillosas” por una persona especial, queremos que eso no termine, vemos todo de una manera distinta. Tenemos las mismas reacciones que las de una persona que consume drogas, es decir, una vez que la persona prueba las drogas, en la mayoría de los casos, le queda gustando, por ésta razón sigue consumiendo. Lo mismo pasa con el amor, nos damos cuenta que lo que sentimos nos gusta, y es algo que queremos repetir. Por eso enamorarse conlleva una respuesta similar a una dosis de cocaína.

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Dicha adicción también suele manifestarse cuando se trata de reemplazar al compañero sentimental, pues según estudios realizados, cuando el amor se rompe, igual que lo que le ocurre a un adicto a la droga, la separación de la persona amada, tiene consecuencias en nuestro comportamiento, como conductas depresivas y obsesivas.

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Para finalizar, concluyo con que el sentimiento del amor, es como una droga que consumimos a diario. Nos gusta, nos hace bien, nos hace feliz. Es la mejor droga para nuestro cuerpo y alma.

AUTOR: Michelli Ortiz

CURSO:11 – 1